Cuando Espinar daba lecciones sobre pelotazos: en febrero cargó contra el PP por el «saqueo» de la vivienda pública en Madrid
El senador de Podemos, Ramón Espinar, en el punto de mira por haber ganado 20.000 euros con la compraventa de una vivienda protegida, en 2010, ha sido paradójicamente una de las voces más combativas del partido en lo referente a los pelotazos urbanísticos.
Como portavoz de la Comisión de Corrupción de la Asamblea de Madrid, Espinar ha hecho bandera de su compromiso contra la especulación en numerosas intervenciones en esta Cámara autonómica. Pero además, ha ofrecido varias charlas en las que criticaba duramente al PP por haber permitido un “expolio” en la vivienda protegida en la Comunidad y daba lecciones de cómo habría de ser la política en esta materia.
En concreto, en febrero de este año, Espinar participó en el debate «El saqueo de la vivienda pública en la Comunidad de Madrid”, organizado por el partido en la localidad madrileña de Tres Cantos.
En la charla, arremetía contra la “burbuja inmobiliaria” y planteaba la dicotomía entre los que «defienden el derecho a especular de quien se compró la vivienda como si fuera un bien cualquiera, y el derecho a la vivienda de la ciudadanía como derecho universal y de primera necesidad”.
«El problema de la especulación está en el corazón de la crisis”, destacaba Espinar, que defendía como primera medida “sacar del mercado la vivienda vacía y hacer que baje de precio”.
«Priman los beneficios e intereses»
Según la información conocida este miércoles, el portavoz de Podemos en el Senado y candidato a las primarias de la Comunidad de Madrid ganó al menos 19.000 euros al vender una vivienda protegida en la que ni siquiera llegó a vivir.
«Están haciendo políticas que priman los beneficios y los intereses», decía en aquella conferencia, en la que instaba a promover una política de alquiler defendía cargar con impuestos las viviendas vacías.
En rueda de prensa, este miércoles, Espinar ha reconocido que vendió en 2011 una vivienda protegida en Alcobendas, del Plan Joven de la Comunidad de Madrid, aunque aseguró que su actuación fue «legal», y que la vendió al no poder hacerse cargo de la hipoteca.
El polémico caso tuvo lugar en 2010, cuando, según avanzó la Ser, Espinar compró una vivienda y dos plazas de garaje en Alcobendas por un valor de 146.224 euros. Nueve meses después, la vendió por 176.000 euros, a lo que hay que restar los impuestos y los gastos de gestoría.
Espinar justificó que ese era el precio fijado por la Comunidad de Madrid a través de un sistema de «módulos»-precio por metro cuadrado. No obstante, ese no es el precio obligatorio al que hay que vender, sino que se podría haber desprendido del inmueble por una cantidad inferior.
«Lagunas» en sus explicaciones
En su comparecencia, Espinar no ha aportado ningún documento ni ha despejado datos clave, como cuál fue el criterio seguido para adjudicarle esa vivienda.
Espinar se ha limitado a decir que cumplía con los requisitos contemplados en el programa de «Vivienda Joven» de la Comunidad de Madrid, como no tener más de 35 años y no superar el umbral de ingresos exigido. La promotora del inmueble era Vitra, una cooperativa impulsada por Comisiones Obreras, que reservó un 15% de los pisos a clientes elegidos de forma discrecional.
Tal y como explicó, Espinar abonó una entrada de 52.000 euros, que le dieron su abuela, su madre y su padre, Ramón Espinar Gallego, exconsejero de Caja Madrid imputado en el caso de las tarjetas black. Se da la circunstancia de que Espinar Gallego era amigo personal de José Caballero, por entonces alcalde de Alcobendas y también consejero de la entidad.
El dirigente de Podemos compró la vivienda cuando tenía 21 años y era estudiante, con la intención, dijo, de ocuparla y pagarla cuando acabase la carrera. Llegado el momento, explicó también, no pudo ya que únicamente ingresaba una beca de 480 euros. La hipoteca era de cien euros más. Según Espinar, la Comunidad de Madrid le autorizó para venderla al justificar su bajo nivel de ingresos.
El senador ha dedicado buena parte de su intervención a arremeter contra los «poderes económicos» por estar detrás de una «campaña» para torpedear su candidatura, que compite contra la ‘errejonista’ de Rita Maestre y Tania Sánchez.